domingo, 12 de abril de 2020

" E LUCEVAN LE STELLE "ARIA DE LA ÓPERA TOSCA DE PUCCINI EN VERSIONES DE PLÁCIDO DOMINGO, LUCIANO PAVAROTTI Y ENRICO CARUSO



                                                           

                                                                        Plácido Domingo
                                            
                                                                                  
                                                             






Luciano Pavarotti (1935-2007)




























                                                     
                                                                                                    
                                                                















El castillo de Sant´Angelo en la época en que transcurre Tosca
















Castillo de Sant´Angelo en Roma a comienzos del siglo XIX.

Para poner en contexto este aria de Tosca, que llega casi al final de la ópera cuando Mario Cavaradossi, el artista novio de la cantante de ópera Floria Tosca, está a solas en su celda, donde ha sido encarcelado y torturado por celos del malvado barón Scarpia, jefe de la policía vaticana.

Ha conseguido de su carcelero papel y pluma para escribir una última carta: ha sido cruelmente torturado, está condenado a muerte y quiere despedirse de su amada Tosca. Y escribiendo esta carta, de un apasionado sollozo brota este aria en la que se cruzan sus sentimientos y recuerdos. Revive los momentos que vivió junto a ella, el fulgor de las estrellas durante la impaciente espera, el olor a tierra en el jardín… y del recuerdo hermoso surge desgarrador el miedo a la muerte, y su grito desesperado de amor a la vida.






                                       


E lucevan le stelle…

ed olezzava la terra…

stridea l’uscio dell’orto…

e un passo sfiorava la’rena…

Entrava ella, fragrante,

mi cadea fra le braccia…

Oh! dolci baci,

o languide carezze,

mentr’io fremente

le belle forme disciogliea dai veli!

Svanì per sempre

il sogno mio d’amore…

L’ora è fuggita…

E muoio disperato!

E non ho amato mai tanto la vita!…






                                     

Traducción al español


Y brillaban las estrellas

y olía la tierra…

chirriaba la puerta del huerto

y unos pasos hacían florecer la arena…

Entraba ella fragante
y caía entre mis brazos…

¡Oh dulces besos,

lánguidas caricias!

Mientras yo estremecido las bellas formas iba desvelando…

Para siempre

desvanecido mi sueño de amor…

Ese tiempo ha acabado…

¡y voy a morir desesperado!

¡Y jamás he amado tanto la vida!







Enrico Caruso (1873-1921)



Enrico Caruso tenor italiano nacido en Nápoles está considerado el mejor de su época y uno de los más grandes de la historia. Debutó en su ciudad natal en 1894, aunque fue en Milán donde obtuvo su primer gran éxito en 1898 con la interpretación de la ópera Fedora, de Umberto Giordano.
Sus giras le llevaron por todo el mundo, con actuaciones en San Petersburgo, Roma, Lisboa y Montecarlo, donde destacó en su magnífica interpretación de La bohème de Giacomo Puccini, acompañado por la soprano australiana Nellie Melba. Con su fama ya firmemente afianzada, debutó en 1902 en el Covent Garden de Londres con Rigoletto de Verdi, ópera que también interpretó en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 1903, con un extraordinario éxito. La belleza y fuerza de su voz le ganó al público del Metropolitan.


Su carácter alegre y extrovertido, su talento dramático en el escenario y una voz de tenor casi perfecta, con una potencia soberbia, hicieron de él uno de los tenores más aclamados de la historia y el mejor pagado de su tiempo. Contribuyó grandemente a su popularidad la difusión a través del fonógrafo de sus interpretaciones (Enrico Caruso fue el primer tenor que efectuó grabaciones), lo cual supuso el inicio de un nuevo fenómeno de masificación de la música.


Presentamos aquí la grabación que hizo en 1904 de E lucevan le stelle



                                  
 













Panteón de Enrico Caruso en el cementerio del Pianto de Nápoles 






Tumba en el Panteón










El Teatro San Carlo, ópera de Nápoles, interior







Exterior del Teatro San Carlo. Lo mandó construir Carlos III rey de España, de Nápoles y Sicilia.  Inaugurado el 4 de noviembre de 1737, es el más antiguo teatro de ópera activo del mundo, y ha sido el modelo de los siguientes teatros de Europa.
















                                                                                









   








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